Hay veces que te añoro,porque caigo en la tormenta de la ironía de conocerte sin haber nacido, crecido y dormido entre tus aguas...
Te olvido, porque formas parte de mis entrañas, pero el día a día cae en el desastre de la rutina y el compromiso del presente...
Te envidio, porque tienes lo que no tengo, cuidas lo que anhelo, mimas lo que quiero y respetas lo que deseo...
Te entiendo, porque te leo, te escucho y te siento llorar, incapaz de recorrerte sin dejar una lágrima impotente y un grito de humildad...
Te sufro, porque te veo sufrir y sufro contigo, porque sé como cambiarte pero no puedo abrirte los ojos, o al menos, no puedo hacerlo yo solo...
Te recuerdo, porque son muchos los momentos que hemos compartido juntos, mi corazón lleva parte de tí entre mi sangre...
Y te perdono por no tenerme entre tus brazos...
Mis pensamientos en estos momentos son para tí, Cádiz...
Marcos Monje López
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